La subasta de energía es un proceso donde se fijan los precios diarios de la energía en el mercado eléctrico mayorista, donde se determina el precio que cada uno de los “actores” que participan en el mercado eléctrico pagarán por dicha energía, en cada momento del día.
El precio final se determina por un sistema de cotización marginal (indicador clave del mercado eléctrico y una señal de su ajuste entre oferta y demanda en el corto plazo) que determina el resultado final en función de la última tecnología necesaria para satisfacer todas las necesidades energéticas de la subasta de energía.
A día de hoy, si a los elevados costes de las materias primas se añaden los elevados créditos de emisión, se obtiene la situación de gran tensión que existe.
La generación de electricidad consiste en la conversión de energía primaria (materias primas) en energía eléctrica mediante tecnologías específicas. Cada una de estas energías tiene características técnicas y tecnológicas diferentes, así como parámetros de coste específicos. Las diferentes tecnologías de producción de energía y las materias primas utilizadas son las siguientes:
Desde la liberalización del mercado eléctrico, los precios de la electricidad ya no están regulados por el Estado. Esto significa que los productores de electricidad tienen ahora la opción de vender su energía directamente a los minoristas u ofrecerla en el mercado mayorista de la electricidad. En estas subastas de electricidad intervienen varias partes e intermediarios:
Una subasta de electricidad tiene lugar cuando se reúnen las partes interesadas antes mencionadas:
El precio del mercado de la electricidad se calcula a partir del punto de equilibrio entre la oferta y la demanda para cada hora del día siguiente, sin tener en cuenta factores variables como los enlaces con otros mercados europeos. En concreto, este punto de equilibrio se calcula mediante el algoritmo EUPHEMIA.
Los precios fijados diariamente en las subastas de energía están sujetos al llamado principio marginal. Esto significa que el precio final de la electricidad lo determinan los participantes en el mercado en función del coste de la última tecnología necesaria para satisfacer la demanda prevista. En otras palabras, el precio de la electricidad es el precio al que la última oferta del productor de electricidad es la más cara.
OMIE, como ya se ha dicho, es el Operador del Mercado Ibérico de la Energía. Se encarga de gestionar el mercado mayorista diario e intradiario de electricidad para toda la Península Ibérica -España y Portugal-. Esta gestión consiste en seleccionar los precios de la electricidad desde los más baratos hasta los más caros ofertados por las empresas generadoras.
Las subastas de energías renovables suelen ser subastas a tipo cerrado con un sistema marginal. Esto significa que los licitadores tienen que hacer sus ofertas sin que los demás participantes en la subasta sepan por qué pujan hasta que se abre el sobre. Esto permite a cada licitador hacer la mejor oferta desde el principio.
La puja marginal, por su parte, significa que la puja ganadora está sujeta al tipo de descuento de la última puja igualada, tal y como se ha descrito anteriormente.
La medida conocida como Mitigación Ibérica o Gas Cap es un mecanismo para limitar el impacto de los precios del gas en los precios de la electricidad. Esto significa que los productores de electricidad que utilizan gas para la generación de electricidad no pueden aumentar los precios del gas por encima de 48,8 euros/MWh. Así se evita que los precios del gas aumenten y, por tanto, afecten negativamente a los precios de la electricidad.
Los clientes que tengan contratos con proveedores del mercado libre no se verán afectados. En cambio, la subasta afectará a los clientes con tarifas eléctricas en el mercado regulado y PVPC a precios de coste.
En el mercado regulado, los precios son fijados por el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, por lo que es importante tener en cuenta que cualquier cambio afectará a los precios de la electricidad y éstos variarán de hora en hora. Entre estas variables, los agentes del mercado que intervienen en las subastas de electricidad afectan a un tercio de los precios de la electricidad de todos los clientes suscritos al PVPC.
Las licitaciones energéticas ocupan actualmente las portadas de muchos medios de comunicación. Es un momento sin precedentes en el sector. Además de los cambios en la estructura tarifaria que entraron en vigor en junio de este año, el mercado se está volviendo cada vez más turbulento a medida que suben los precios de materias primas como el gas y el carbón, así como los precios de los créditos de emisión.
En lugar de poner fin a esta tensa situación, el Gobierno ha empezado a introducir nuevas medidas para reducir los precios de la electricidad para los consumidores. Para las grandes empresas energéticas, sin embargo, estas propuestas son innecesarias. Así pues, la tensión y la contención entre una parte y la otra han surgido claramente. Por otra parte, los consumidores finales y los pequeños minoristas se ven claramente afectados por esta cuestión.