El Parlamento Europeo ya tiene sobre la mesa su propuesta de reforma del mercado eléctrico europeo. Una reforma que pretende ir más allá de lo que propone la Comisión Europea.
El eurodiputado socialista español Nicolás González Casares es el ponente de esta propuesta en la que destaca una medida que hasta ahora era transitoria para paliar la crisis de precios, pero que ahora pretende convertirla en estructural.
“Espero llegar a acuerdos para que en el mes de julio podamos votar en el Comité de Energía e Industria y confío en que todos los grupos coincidamos en que este es el momento de afrontar los desafíos que vimos durante la grave crisis de precios para que no vuelva a producirse y, sobre todo, para tener herramientas que protejan a los consumidores en el futuro”, ha asegurado González Casares.
Así, quiere incorporar “como un instrumento estructural del sistema una medida introducida durante la crisis como es la limitación temporal de los ingresos de mercado de los generadores inframarginales de manera que parte de los mismos puedan destinarse a paliar un nuevo shock de precios”.
En toda Europa
Por ello, el ponente piensa que una medida de este tipo debe establecerse de manera estructural y a nivel europeo, por tres motivos:
- da respuesta a la financiación de las tarifas reguladas que propone la Comisión, permitiendo que incluso Estados miembros con menos poder financiero tengan una fuente de ingresos para paliar los altos precios,
- aporta predictibilidad a consumidores e inversores al conocer las reglas de antemano, evitando tener que recurrir a nuevos reglamentos de emergencia mediante improvisación e incertidumbre y sin participación del Parlamento.
- evita la fragmentación del mercado interior a partir de la introducción de reglas comunes.
A largo plazo, “se debe explorar que este tope de los ingresos evolucione a otros instrumentos como válvula de escape en caso de crisis, u otras medidas con resultados equivalentes, como opciones de confiabilidad”.
El ponente considera que la Comisión ha presentado una propuesta constructiva, aunque insuficiente para abordar los retos planteados: abaratar la energía, reducir la volatilidad, ganar competitividad, acelerar el crecimiento de las energías renovables para reducir la dependencia de las facturas de los consumidores de los volátiles precios de los combustibles fósiles y proteger mejor a los consumidores frente a los precios futuros.
Por tanto, tomando como base las propuestas de la Comisión, propone los siguientes cambios:
Reflejar los beneficios de las energías renovables y apoyar a su despliegue
Mientras una parte del mix siga dependiendo de combustibles fósiles, como el gas, la asequibilidad de las renovables no será percibida en toda su magnitud. Por otra parte, un mercado a corto con un porcentaje de tecnologías con costes variables cercanos a cero puede desincentivar nueva inversión en capacidad renovable.
Es crucial potenciar los contratos bidireccionales por diferencias (CfDs) para proporcionar a los consumidores precios estables y certidumbre a los productores. No obstante, aun apoyando la propuesta de la Comisión, el ponente considera necesarios los siguientes ajustes:
- En la distribución de los ingresos obtenidos de los CfDs debe priorizarse a los consumidores que más lo necesiten. A su vez, debe orientarse a medidas de eficiencia energética que permitan contribuir al ahorro energético, así como a financiar los costes de los propios CfDs.
- En situaciones de crisis, que coincidirán con exceso de ingresos, también debe abrirse la posibilidad de ayudar a la industria electrointensiva.
- Requisito de compatibilidad con el Reglamento de Taxonomía,
- Para el caso de centrales que reciban ayuda para prolongar la vida útil o incrementar su capacidad, solo deben considerarse CfDs para el porcentaje equivalente a la inversión en comparación con la inversión total.
- Diseño inteligente: la generación bajo CfDs debe continuar ajustando su producción para reflejar las circunstancias del mercado, debe tener en cuenta criterios de ubicación óptima y penalizar al productor en caso de que quiera salirse del esquema cuando no le convenga.
PPAs
Los contratos de compraventa de electricidad (PPAs) constituyen un instrumento adecuado para permitir mejorar el acceso a financiación privada de capacidad de generación fundamentalmente renovable mientras proporciona estabilidad a largo plazo al consumidor. Sin embargo, actualmente este mercado se limita a grandes empresas y a energéticas verticalmente integradas. Para fomentar los PPAs, el ponente considera necesario:
- Incrementar la transparencia mediante una base de datos europea que facilite la recopilación de datos sobre el mercado de PPAs,
- Facilitar la entrada de pequeños actores y bajar los costes de transacción mediante la estandarización de PPAs para su uso de forma voluntaria.
- Además, creación de una plataforma para el comercio de PPAs.
La necesaria aceleración de instalaciones renovables, junto con las complejidades inherentes a la gestión de un sistema eléctrico con recursos variables y distribuidos, plantea desafíos sustanciales a las redes.
González Casares apoya las provisiones para promover la utilización de inversiones anticipatorias, alentando la aceleración del desarrollo de la red para cumplir con el despliegue acelerado de la renovable y la demanda eléctrica inteligente, como vehículos eléctricos y bombas de calor. Además, propone criterios concretos para acuerdos de conexión flexibles que permitirán aprovechar la capacidad de las redes de manera más eficiente.
Refuerzo de los mercados a plazo
Una liquidez adecuada de los mercados a plazo es una asignatura pendiente del diseño actual, aparte de la necesaria mejora de las interconexiones eléctricas, medidas para facilitar el comercio y asignación de derechos de transmisión a largo plazo permitirán aumentar la liquidez. Con todo, falta claridad en cuanto a la propuesta de la Comisión para la creación de los hubs virtuales regionales, propuesta que, por otro lado, exige regiones bien interconectadas. Por ello, antes de su puesta en marcha, debe llevarse a cabo un estudio de valoración de impacto.
Flexibilidad de la demanda y el almacenamiento
Para protegernos de la volatilidad de precios de los combustibles fósiles y llevar a cabo una integración eficiente de renovables en el sistema eléctrico debemos dotarnos de medidas que proporcionen flexibilidad a la red mediante la gestión activa de la demanda y almacenamiento.
González Casares apoya el enfoque de la Comisión, pero propone reforzarlo. Además de una evaluación a nivel estado miembro, es necesaria una visión europea de las necesidades de almacenamiento y respuesta de la demanda. Una vez evaluadas, deben establecerse objetivos nacionales cuantificables y separados para respuesta de la demanda y almacenamiento.
Teniendo en cuenta las necesidades nacionales y europea, así como los objetivos nacionales, se indica que la Comisión proponga un nivel mínimo europeo consistente con los objetivos de energía y clima de 2030, que servirá, además, para dar certidumbre a los inversores y facilitar el despliegue.
Parte del potencial de respuesta de la demanda y almacenamiento se encuentra en las baterías de los vehículos eléctricos. Se propone tener en cuenta explícitamente los servicios de recarga de vehículos eléctricos en la flexibilidad y se incluyen obligaciones de funcionalidades de carga bidireccional (en coherencia con lo acordado en la Directiva de energías renovables).
Además de evaluar y establecer objetivos, serán necesarios esquemas de apoyo para llevarlos a cabo. La Comisión propone utilizar los actuales mecanismos de capacidad y adaptarlos. El ponente considera que, respetando estrictos criterios ambientales, estos mecanismos deben considerarse también como parte estructural y teniendo en cuenta la flexibilidad existente, sobre todo en casos en los que existe una alta penetración de fuentes variables y baja interconexión. Además, propone estudiar una modernización y europeización de estos mecanismos.
Compartir la energía
El ponente considera que la Comisión acierta al proponer normas sobre el derecho a compartir energía. Se trata de una medida acertada, pero no adecuadamente formulada dado que hay demasiadas lagunas que podrían ser aprovechadas por actores poco escrupulosos para eludir las obligaciones como generadores.
Por ello, debe regularse adecuadamente el ámbito geográfico de la medida propuesta, de manera que la actividad de compartir energía quede acotada a una misma zona de distribución, al tiempo que se limita el tamaño de las instalaciones energéticas cuando sean propiedad de terceros: el objetivo del derecho a compartir energía debe ser el intercambio de la producción excedentaria de instalaciones de autoconsumo, no la comercialización tradicional de energía por otras vías.
Fuente: elperiodicodelaenergía.com