La demanda de electricidad en España peninsular se situó a niveles de hace más de dos décadas, si exceptuamos el período de confinamiento de la crisis de la COVID. En el presente artículo se analizan las principales causas que han llevado a esta caída extraordinaria de la demanda, entre las que se encuentran la destrucción de demanda de la industria por la crisis de precios de la energía, el aumento del autoconsumo y las altas temperaturas registradas en abril.
La demanda de electricidad en España peninsular en abril de 2023 se situó en 16 549 GWh, según datos de Red Eléctrica de España (REE). Esta demanda representa una caída del 14,6% con respecto al mes de marzo y del 10,1% con respecto al mes de abril de 2022. Estos valores sitúan la demanda de abril de 2023 como la demanda más baja de los últimos 36 meses, tan solo un 2,2% por encima de la demanda de abril de 2020, en el peor momento de la crisis de la COVID, con las restricciones más duras.
Si no se tiene en cuenta la caída de la demanda durante la crisis de la COVID, para encontrar una demanda tan baja como la de abril de 2023, hay que irse hasta 2002, más de dos décadas atrás. En este artículo se analizan algunas de las principales causas de esta caída de la demanda de electricidad en el mes de abril de 2023.
Según el Índice de Red Eléctrica (IRE), que adelanta la evolución del consumo eléctrico del conjunto de empresas que tienen un consumo eléctrico alto, la demanda de la industria en 2022 cayó un 11,2%, la mayor caída de la serie histórica. Según el IRE, la demanda del sector industrial en el primer trimestre de 2023 registró una caída del 6,9% con respecto al primer trimestre de 2022.
Esta caída de la demanda por parte de la industria se apunta como una de las principales causas de la demanda tan baja que registró la demanda peninsular en abril. Los precios extraordinariamente altos de la energía que se registraron en 2022 restaron mucha competitividad a la industria española, y muchas empresas tuvieron que reducir su producción, cerrar temporalmente o, simplemente, cerrar de manera permanente.
A medida que los precios de la energía vuelvan poco a poco a sus niveles pre-crisis en los próximos años, se espera que parte de esa demanda industrial vuelva, pero habrá una parte de la demanda que se habrá destruido de manera definitiva.
Las instalaciones de autoconsumo en España alcanzaron los 5,3 GW en 2022, según estimaciones de la UNEF y la APPA, con un crecimiento espectacular de 2,6 GW el último año, que representó un incremento del 98%. La producción del autoconsumo es demanda que deja de consumirse del sistema eléctrico, por lo que está claro que el aumento del autoconsumo está empezando a tener un impacto en la demanda y se acentuará con el tiempo, ya que las instalaciones de autoconsumo continúan su tendencia claramente alcista.
La temperatura media en abril para el territorio peninsular español se situó en 17,4 °C. Esta ha sido la temperatura media más alta registrada para un mes de abril y está 2,6 °C por encima de la media de abril de los últimos treinta y cinco años.
Temperaturas más altas de lo habitual en abril representan una menor demanda de electricidad por una menor necesidad de calefacción y, en esta época del año, las temperaturas aún no son suficientemente altas como para provocar un aumento de la demanda para refrigeración con los aires acondicionados. Sin duda, las condiciones meteorológicas también han contribuido de manera clara a la baja demanda en abril de 2023.
La Semana Santa de 2023 se dio enteramente en el mes de abril. Esto es algo relativamente habitual pero que no se da cada año, aproximadamente tres de cada cinco años. La Semana Santa es uno de los períodos de menor demanda de electricidad en España por ser un período festivo que se da en primavera cuando la demanda ya es de por sí relativamente baja.
Además, en abril de 2023 se contaron cinco domingos, el día de la semana con una demanda más baja. Tampoco es algo excepcional, pero tampoco se da cada año, solamente en dos de cada cinco años aproximadamente.
Ambos factores, la Semana Santa y los cinco domingos, han contribuido a que el mes de abril de 2023 tuviera una laboralidad más baja de lo habitual para un mes de abril. Una laboralidad tan baja para abril se da uno de cada cinco años aproximadamente. Por lo que la laboralidad ha sido otro factor a sumar para tener una demanda de electricidad baja en abril de 2023.
La eficiencia energética es algo que viene mejorando mucho en las últimas décadas. Desde la crisis financiera de 2008, se ha visto cómo la demanda de electricidad se ha desacoplado del PIB, es decir, España usa menos energía para producir lo mismo. La mejora de la eficiencia energética es también uno de los aspectos claves de la transición energética y, si bien no es un elemento puntual de este mes de abril, sí que es otro factor que ha contribuido a que la demanda sea tan baja.
Adicionalmente, los precios altos de la energía en los últimos meses han incentivado mucho el ahorro energético tanto en la industria como en los hogares. Otro factor que ha ayudado a la caída de la demanda de electricidad.
En el último webinar de la serie de webinars mensuales organizados por AleaSoft Energy Forecasting y AleaGreen, la edición número 33, se contó con la participación de Luis Atienza Serna, quien fue Secretario General de Energía y Ministro del Gobierno de España y, posteriormente, presidente de Red Eléctrica de España (REE), que aportó su interesante visión sobre el futuro del sector de la energía.
La siguiente edición de la serie de webinar mensuales tendrá lugar el próximo 8 de junio de 2023 y contará con la participación, por sexta vez, de ponentes de Engie que aportarán su visión experta sobre el estado de la financiación de proyectos renovables y los PPA. También se analizarán la reforma del mercado eléctrico de la Unión Europea y la urgencia de crear los mercados de capacidad en España para incentivar el desarrollo del almacenamiento energético.
Fuente: elperiodicodelaenergía.com